Las cifras no mienten y van en aumento conforme pasa el tiempo, demostrando un creciente riesgo que cada mujer en Nuevo León corre diariamente, pero las autoridades no hacen nada.


Las mujeres en Nuevo León desaparecen, son víctimas de feminicidio o explotación sexual; sin embargo, el gobierno del estado no se esfuerza por combatir esta problemática que ha ido incrementando en los últimos cinco años, incluso se ha convertido en algo que niegan a pesar de las estadísticas que hay detrás para comprobarlo.

El argumento que dan las autoridades es que las mujeres no están “desaparecidas”, sino como “no localizadas”, factor fundamental que afecta el proceso de investigación, ya que el primero conduce directamente a un delito. Ellos mismos aseguran que las mujeres se salen de sus casas, que muchas de ellas vuelven o hacen su vida en otro lugar, pero la realidad es que existe una aterradora relación entre las desapariciones y los feminicidios, sólo basta con recordar el caso mediático de Debanhi Escobar.

Muchas de estas mujeres desaparecidas o sin localizar no obtienen la investigación debida, el desinterés por parte del gobierno es tal que los mismos familiares son los que terminan buscándolas e insisten para obtener apoyo, pero lo único que reciben son “largas” que posponen los casos, ¿no es indignante pensar que si las autoridades actuaran a tiempo, muchas de estas mujeres se hubieran encontrado con vida?

Los datos sobre esta situación son espeluznantes, pues Nuevo León tiene una tasa de desaparición de mujeres de 7.42 por cada 100 mil mujeres, lo que supera la media nacional de 4.45 por cada 100 mil mujeres. Además, de las 6 mil 200 personas desaparecidas en Nuevo León, más de 1 mil 700 son mujeres y más de la mitad no han mostrado ningún tipo de actividad en los últimos 4 años.

¿A qué se debe este alarmante repunte que mantiene a las mujeres en constante peligro? Entre las posibles razones está el pésimo manejo de las autoridades y la manera de contabilizar los delitos, también la llegada de varios cárteles del crimen organizado, la compra-venta y el consumo de drogas, y la violencia de género.

Actualmente, Nuevo León ocupa el segundo lugar en feminicidios a nivel nacional y desde el 2016 se emitió una alerta de violencia de género en Monterrey, Guadalupe, Juárez, Apodaca y Cadereyta; sin embargo, no se están planeando estrategias de búsqueda o prevención.

Array
Memory: 40MB (1.98% of 2024MB)
Salir de la versión móvil